miércoles, 27 de julio de 2011

Odio fanatismo y balas


Ante la barbarie de Nuruega quiero poner en mi Blog las palabras que el periodista Carlos Carnicero escribe en el suyo.


"La tragedia de Noruega convoca algunas reflexiones más allá del estupor, la indignación y la solidaridad.

El fanatismo no es patrimonio del islamismo radical. Lo ocurrido en Oslo ha dejado fuera de juego a muchos analistas y a los servicios de inteligencia porque la masacre tiene su origen en un fanático cristiano ultraderechista que ha llevado a la perfección el crimen simultaneo en dos lugares distintos de Noruega. Las primeras reacciones demostraron esa falta de previsión porque intentaban que el paradigma del terrorismo en Europa era exclusivo de Al Qaeda.

La extrema derecha crece en el norte de Europa, donde hace apenas una década la socialdemocracia era la ideología dominante que ahora se encuentra acogotada por la explosión de un fanatismo xenófobo, racista y con visos de dar el salto a la radicalidad. No se puede generalizar, pero el curriculum de Anders Breivik deja claro donde se encuentra el caldo de cultivo de esta amenaza para la libertad y la vida de los europeos.

Los servicios de inteligencia europeos están fallando estrepitosamente quizás porque la labor más sigilosa de vigilancia de extremismos en las antípodas del islamismo no se ha ejercido con convicción.

La extrema derecha crece en el norte de Europa, donde hace apenas una década la socialdemocracia era la ideología dominante que ahora se encuentra acogotada por la explosión de un fanatismo xenófobo, racista y con visos de dar el salto a la radicalidad. No se puede generalizar, pero el curriculum de Anders Breivik deja claro donde se encuentra el caldo de cultivo de esta amenaza para la libertad y la vida de los europeo

La derecha más ultra española ha reaccionado como le corresponde. Con mezquina intolerancia hacia la solidaridad con los jóvenes socialistas noruegos víctimas de la barbarie y porque la alarma se ha desatado hacia el fanatismo de la extrema derecha que crece en Europa. El riego diario desde medios de comunicación ultramontanos del odio hacia la diferencia termina por hacer germinar individuos como Anders Breivik. En España escuchando algunas emisoras de radio y leyendo algunos periódicos surge la preocupación por el clima de odio que se está creando desde esos parámetros de radicalidad.

La educación para la ciudadanía en libertad, el pluralismo como concepción global de la sociedad y la tolerancia cero para todo tipo de autoritarismo debe poner en marcha planes expansivos en tiempos donde la crisis ideológica amenaza la convivencia.

El odio en los medios es germen de fanatismo y al final en la exacerbación se recurre a las balas. Una lección para no olvidar."

Carlos Carnicero

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