Desde que comenzaron a prepararse los actos del 50 Aniversario de la Coronación de la Esperanza Macarena, a algunos se les ha revuelto el estómago. No han parado de escribir en foros y redes sociales y criticar hasta la saciedad todo lo que la hermandad hacía.
Todos los macarenos sabíamos que daba igual lo que hiciéramos en el traslado de la Señora a la catedral; la crítica se iba a producir. Ya estamos acostumbrados; somos el espejo en el que todos se miran, para lo bueno y lo malo. Ahora resulta que en una procesión de Gloria, repito DE GLORIA, hay que cumplir los horarios. Será porque molestamos a los que van detrás. Mi padre con 80 años ha escrito que si a él con su edad no le importa esperar las horas que sean para ver a la Madre de Dios pasearse por su ciudad, no tiene por qué importarle a criaturas más jóvenes. Por cierto, casi nadie ha cumplido nunca los horarios en eventos similares.
Lo último que he escuchado es que todo es exagerado. A éstos les voy a comentar lo que es exagerado, pues parece que no usan la semántica de forma adecuada.
Exagerado es que se hayan formado colas de cuatro horas para el besamanos en la Parroquia del Sagrario, exagerado es que la Hermandad de Montensión (y lo escribo así, porque así se la llama en Sevilla) nos reciba con sus mejores galas engalanando su casa con el arte que solo pueden tener los que veneran a la Reina de la Calle Feria, que la Hermandad de la Amargura nos espere con una alfombra de flores con el escudo de ambas corporaciones, que vengan desde Sanlucar de Barrameda para hacerle una alfombra de sal con olor a Guadalquivir, que no se recuerden mayores bullas delante de un paso, exagerado es lo que Sevilla la quiere, la necesita, exagerado es lo que nos dice con sus ojos, la luz de su palio, la perfección de su rostro.
La exageración es la Macarena misma, todo en ella es exceso, no se os olvide. Y tampoco se os olvide que aún no ha acabado, que el 31 hay más así que es buen día para que viajéis a la playa para que vuestra salud no sufra, aunque es una pena porque no sabéis lo que os perdéis
BIEN DICHO¡
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