lunes, 15 de agosto de 2011

EN TIERRAS GALAS






Por fin arribamos a los pirineos franceses después de casi dos días de travesía. Salimos de Cantabria ayer por la mañana en dirección a Irún para pasar a territorio galo. Después de cruzar el País Vasco de Oeste a Este vislumbramos a lo lejos la frontera. Decidimos parar un poco antes para llenar el depósito de combustible, dada la diferencia de precio entre un país y otro y nos dimos cuenta que todo el mundo piensa lo mismo así que nos tocó esperar media horilla de cola para repostar. Antes de salir de España te cobran el "impuesto revolucionario" de peaje pero lo peor es que antes de entrar en Francia, los gabachos también te lo cobran pero mucho más caro. Conclusión: los hay más rateros que los españoles. Nos dirijimos hacia la autovía de los pirineos que cada pocos kilómetros te paran para cobrarte de nuevo y no es una gran autopista sino una autovía de las normalillas, con sus baches, curvillas.... Otra conclusión: no nos podemos quejar de las gran red de autovías GRATUITAS que tenemos en España. Decidimos parar en Sauveterre- de Bearn para que a la grumetillo no se le hiciera la travesía muy pesada y buscamos el camping municipal para hacer noche. En Francia los campings son una maravilla y muchísimo más barato que en España. Después de acomodarnos dimos un paseillo por el pueblo, que estaba en fiestas. Había un concurso de petanca y aunque no sabemos jugar estuvimos a punto de apuntarnos porque seguro que lo ganábamos ya que de todos es sabido que los franceses se dedican a organizar eventos deportivos para que lleguemos los españoles y se los ganemos. El pueblo es una preciosidad y nos quedamos maravillados de las pedazos de mansiones en la que viven los gabachos de la zona y lo peor es que son baratísimas por unos 130000 eurillos tienes una casona impresionante con dos o tres plantas con terreno. Otra conclusión: los del ladrillo son mucho más rateros en España. Por la mañana nos levantamos muy tempranillo para salir antes de las 10 de la mañana y ponernos en marcha hacia nuestro destino. A eso de las 13:00 por fin llegamos al pueblo de Cauterers donde vamos a quedarnos 5 o 6 días para conocer los valles de la zona. La grumetillo se ha soltado el pelo y no hay quién la deje un rato porque se mete en las parcelas de los vecinos y habla francés estupendamente porque todo el mundo la entiende. Estamos perdiendo personalidad porque ya no somos Manolo y Anabel sino los padres de Ana. El problema es que a Anita le apestan los pinreles que es un gusto y como no pongamos remedio creo que nos expulsan de Francia. Por la tarde hemos dado un paseillo por el pueblo. Anita ha conseguido ponerse hasta las manillas de queso de la zona por la cara. Cada vez que pasaba por la quesería le pedía queso al dependiente y éste se lo daba. Ha probado el de cabra y oveja, el de oveja, el cremoso, el curado.... y es que esta grumetillo es un pozo sin fondo no para de tragar. La contramaestre y yo para poder comer queso de la zona hemos tenido que "amoquinar" y llevarnos un poco para la nave que con una botellita de buen vino francés vamos a dar cuenta esta noche. El jamón de la zona no vamos a catarlo porque solo hay que verlo para comprobar que por el sur los hay un poco mejores. Más tarde me he adentrado con la bicicleta por la zona. Después de un ratillo he decidido que la subida al Tourmalet la vamos a realizar en coche. Por la zona hay muchísimas cosas que ver y que hacer, en la oficina de turismo nos han dado mapas y folletos para esta noche dedicarla a planificar las visitas y actividades.
Ya iremos contando como se nos da la aventura pirenaica

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