Bueno va llegando a su fin nuestro periplo por tierras cántabras. Mañana zarparemos hacia Francia. Vamos a sacar la fruta y la verdura del frigorífico por si acaso nos quieren volcar la caravana.
La nave malagueña ha partido hoy hacia el sur y nos hemos quedado solos; han sido unos buenos días con nuestros amigos.
El jueves por la mañana visitamos un poblado cántabro y los antiguos calabozos de Cabezón de la Sal. Por la tarde realizamos la ruta de los árboles singulares. Es una ruta preciosa donde se pueden ver en el bosque árboles con cientos de años y con formas espectaculares. Ayer viernes la mañana la dedicamos a realizar una rutilla en bicicleta y por la tarde una ruta de senderismo guiada por el Parque Natural de Saja.
La grumetillo no para de comer; esto de viajar le despierta el apetito y está desatá. Lo malo que soy yo el que tiene que llevarla en la mochila o en la bici y cada vez cuesta más.
La contramaestre tiene querencia con la playa y quiere que paremos un par de días en la costa francesa. Yo me resisto vamos a ver dónde terminamos. Porque digo yo que allí no habrá chiringuitos al estilo nuestro ni cruzcampo, ni huevas aliñás, ni sardinitas. Así ¿qué sentido tiene pisar la playa?
Bueno esta tripulación se despide hasta la próxima que será ya en tierras galas
La nave malagueña ha partido hoy hacia el sur y nos hemos quedado solos; han sido unos buenos días con nuestros amigos.
El jueves por la mañana visitamos un poblado cántabro y los antiguos calabozos de Cabezón de la Sal. Por la tarde realizamos la ruta de los árboles singulares. Es una ruta preciosa donde se pueden ver en el bosque árboles con cientos de años y con formas espectaculares. Ayer viernes la mañana la dedicamos a realizar una rutilla en bicicleta y por la tarde una ruta de senderismo guiada por el Parque Natural de Saja.
La grumetillo no para de comer; esto de viajar le despierta el apetito y está desatá. Lo malo que soy yo el que tiene que llevarla en la mochila o en la bici y cada vez cuesta más.
La contramaestre tiene querencia con la playa y quiere que paremos un par de días en la costa francesa. Yo me resisto vamos a ver dónde terminamos. Porque digo yo que allí no habrá chiringuitos al estilo nuestro ni cruzcampo, ni huevas aliñás, ni sardinitas. Así ¿qué sentido tiene pisar la playa?
Bueno esta tripulación se despide hasta la próxima que será ya en tierras galas
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