Parece que la cosa mejora. La noche se ha pasado muy bien. La tripulación ha dormido placidamente hasta las 10 de la mañana sin ningún incidente retretil.
Como comento a las 10 se levantaron la contramaestre y el grumetillo. El capitán estaba desde las 8 en planta realizando las tareas rutinarias de la nave.
Estamos situados en el Camping Las Cavenes en el municipio salmantino de El Cavaco. Toda la zona está llena de lavaderos de oro de la época romana.
Hoy como nos encontrábamos bastante repuestos hemos decidido hacer una incursión hacia La Alberca, precioso pueblo situado en el corazón de la sierra de Francia.
Nos ha recordado mucho a los pueblos que vimos en la Bretaña francesa por el tipo de construcción.
Toda la zona vive del turismo y del cerdo, precioso animal al que los aldeanos le ponen monumentos en sus plazas y no conformes, lo podemos encontrar, como pueden apreciar en las imágenes, paseando plácidamente por sus calles. El gorrino en cuestión que pueden apreciar, se encandiló de los pies de la contramaestre Anabel. Suponemos que la fragancia que despedían le recordaban a sus manjares favoritos.
Por la tarde después de tres horitas de siesta para ir reponiéndonos, el capitán con la grumetilla (la contramaestre no se encontraba con fuerzas) se ha adentrado con la bicicleta por los bosques locales pero de nuevo has sido derrotados por unos bichejos diminutos: la puñetera mosca del roble. Esta es una epecie diminuta que no pica pero da un por culo impresionante. El bicho en cuestión revolotea ( no uno sino cientos) alrededor de tu cara buscando la humedad de los ojos y cuando puede se mete en ellos. Ella mueren pero tú te jodes. Así que rápidamente regresamos a la nave donde nos encontramos más seguros.
Si la noche va bien mañana levaremos ancla y partiremos hacia el norte donde hace dos días que nos espera la nave malagueña de Alberto y Mayte.
Como comento a las 10 se levantaron la contramaestre y el grumetillo. El capitán estaba desde las 8 en planta realizando las tareas rutinarias de la nave.
Estamos situados en el Camping Las Cavenes en el municipio salmantino de El Cavaco. Toda la zona está llena de lavaderos de oro de la época romana.
Hoy como nos encontrábamos bastante repuestos hemos decidido hacer una incursión hacia La Alberca, precioso pueblo situado en el corazón de la sierra de Francia.
Nos ha recordado mucho a los pueblos que vimos en la Bretaña francesa por el tipo de construcción.
Toda la zona vive del turismo y del cerdo, precioso animal al que los aldeanos le ponen monumentos en sus plazas y no conformes, lo podemos encontrar, como pueden apreciar en las imágenes, paseando plácidamente por sus calles. El gorrino en cuestión que pueden apreciar, se encandiló de los pies de la contramaestre Anabel. Suponemos que la fragancia que despedían le recordaban a sus manjares favoritos.
Por la tarde después de tres horitas de siesta para ir reponiéndonos, el capitán con la grumetilla (la contramaestre no se encontraba con fuerzas) se ha adentrado con la bicicleta por los bosques locales pero de nuevo has sido derrotados por unos bichejos diminutos: la puñetera mosca del roble. Esta es una epecie diminuta que no pica pero da un por culo impresionante. El bicho en cuestión revolotea ( no uno sino cientos) alrededor de tu cara buscando la humedad de los ojos y cuando puede se mete en ellos. Ella mueren pero tú te jodes. Así que rápidamente regresamos a la nave donde nos encontramos más seguros.
Si la noche va bien mañana levaremos ancla y partiremos hacia el norte donde hace dos días que nos espera la nave malagueña de Alberto y Mayte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario